La dimensión motora
Es uno de los primeros sistemas que maduran en el niño y está en íntima relación con las conductas neuroperceptivas que benefician todo los procesos que involucra el movimiento, a su vez integra todas las áreas del desarrollo que establecen las bases para posteriores aprendizajes cognitivos, motrices, afectivos y sociales.
Las diferencias entre el desarrollo motor grueso y el fino residen en las áreas implicadas. la motricidad gruesa esta referida a los cambios de posición del cuerpo y a la capacidad para mantener el equilibrio, es decir que implica el uso hábil del cuerpo e incluye postura y movilidad. El área motora fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos, implica el uso de partes individuales del cuerpo especialmente las manos, aunque también otros grupos de músculos pequeños.
La mayoría de los niños desarrollan habilidades motoras en el mismo orden y aproximadamente la misma edad. en este sentido, casi todos los autores están de acuerdo en que estas capacidades están re programadas genéricamente en todos los niños.
Piaget (1978) afirmaba que la inteligencia se constituye a partir de la
actividad motriz del niño, en los primeros años de su desarrollo y gracias a la
maduración orgánica progresiva y a las experiencias vividas, se pueden adquirir
todas las coordinaciones neuromotrices básicas, las cuales son productos de la
educación. De esta forma se favorece la madurez de las estructuras nerviosas,
donde la carga genética desempeña un papel importante, ya que en ausencia de
estímulos apropiados, el SNC, obtendrá su máximo valor funcional. Estas
conductas de los movimientos a lo largo del desarrollo del niño, se reflejan en
cambios motores y posturales que se van seleccionando y organizando a través de
la integración y la percepción.